Existen varios tipos de materiales aislantes disponibles en el mercado, cada uno con sus propias características y propiedades. Los más comunes son la lana de vidrio, el poliuretano, la espuma de poliestireno y la lana de roca. Cada uno de estos materiales tiene sus propias ventajas y desventajas, y deben seleccionarse en función de las necesidades específicas de cada proyecto.
Los materiales aislantes son fundamentales para garantizar un ambiente cómodo y eficiente en términos energéticos en las viviendas. Estos materiales ayudan a mantener una temperatura constante en el interior de una casa, lo que permite reducir los costos de climatización.